Los santos de la cocina

San Lorenzo (Bartolomé Esteban Murillo)

La cocina y los cocineros no tienen un solo patrón, sino dos y los dos santos son españoles, por ello no nos debe extrañar que la gastronomía española sea una de las mejores del mundo (si no la mejor).

San Lorenzo.
Huesca, circa 225 – Roma 258.
Es uno de los santos más venerados de la Iglesia Católica. Fue ordenado diácono en el año 257 por el Papa Sixto II y le encargo la administración de los bienes de la iglesia y el cuidado de los pobres. Según cuenta la leyenda, entre los tesoros de la Iglesia, se encontraba el Santo Grial, que el santo escondió en su Huesca natal.

Cuando el Papa Sixto fue asesinado, el alcalde de Roma, que era pagano y tenía fama de avaricioso, ordenó a Lorenzo que le entregara todas las riquezas de la Iglesia. Lorenzo empleó los tres días de plazo que había pedido, para reunir a los mendigos, huérfanos, viudas, ancianos, mutilados, ciegos y leprosos a los que ayudaba, y los ofreció como verdaderos tesoros de la Iglesia. Por esta acción, que el prefecto consideró una inaceptable burla, fue condenado a una muerte lenta y dolorosa.

Lorenzo fue quemado vivo en Roma en una parrilla. Según se cuenta, durante su martirio, gritó: «Assum est, inqüit, versa et manduca» (“Asado está, parece, gíralo y cómelo”), razones estas por las que los cocineros lo adoptaron como su patrón.

La basílica de San Lorenzo del Escorial, erigida por Felipe II para conmemorar la victoria sobre los franceses en San Quintín un 10 de Agosto, el mismo día en que fue martirizado el santo, tiene forma de parrilla en su honor y guarda un número relevante de reliquias para su veneración.

Grabado de San Pascual Bailón. Cielos de Fiesta…Fr. Ioseph de Iesus.

San Pascual Baylón
Torrehermosa, (Zaragoza) 1540 – Villarreal (Castellón) 1592
Pascual nació en una familia pobre y trabajó como pastor de ovejas, desde los siete años. Era un chico muy tímido (Baylón es su apellido paterno y no un adjetivo que exalte sus capacidades para la danza) y aprendió a leer y a escribir de forma autodidacta con la ayuda de la Biblia.

Pidió ingresar en la orden Frascicana tras el milagro de la aparición según el cual, mientras Pascual estaba orando vio abrirse los cielos y aparecer entre resplandores y sustentado por ángeles a Jesucristo bajo la forma eucarística de la Hostia y el Cáliz”. Fue rechazado en primera instancia por su ignorancia, y en 1964 por fin vistió los hábitos, aunque siempre le encomendaron labores humildes, como portero, cocinero, mandadero y barrendero.

A lo largo de su vida fue conocido por su amor por la eucaristía. Además, fue místico y asceta, agraciado con el don de la ciencia infusa. Entre los milagros que se le atribuyen destacan la curación de enfermos, el don de profecía y la multiplicación del pan para los pobres. Se supone que ese es uno de los motivos por el que, en Nueva España, en la época Virreinal, las cocineras se encomendaban a san Pascual como santo protector de los fogones y de los accidentes en las cocinas.

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