Las 7 Virtudes y su Simbología

Cuando los historiadores hablan del Renacimiento se refieren al periodo comprendido entre el siglo XV en Italia y el siglo XVI en el resto de Europa.

Virtudes teologales y cardinales, Manuscrito de Aristóteles. (2ª mitad S.XV). Bibliothéque Municipale de Rouen

Este Papa fue el encargado de clasificar los siete pecados capitales y del mismo modo los vinculó a sus siete virtudes correspondientes, que a su vez relacionaba con el concepto del amor de la Primera Carta de Pablo a los Corintios. Todo ello con la idea de intentar que la gente de su tiempo cumpliese más y mejor con las leyes de la Biblia.

Las 7 virtudes, además pueden distinguirse en dos categorías, las teologales, las tres primeras de la lista que veremos a continuación, que son hábitos que Dios infunde en la inteligencia y en la voluntad del hombre para ordenar sus acciones a Dios mismo y las cardinales, las cuatro restantes, de tradición clásica, que son hábitos que disponen al entendimiento y a la voluntad para obrar según el juicio de la razón iluminada por la fe. Pero veamos cuáles son esas 7 virtudes:

Fe

La fe se basa en la creencia en Dios. Su pecado antónimo es el orgullo, ya que antepone las propias capacidades a las de Dios. La simbología de la fe se muestra en la figura de la mujer, ya sea sosteniendo un cáliz, cruz o ambos, incluyendo a San Pedro a sus pies.

Esperanza

Consiste en creer que el bien se sobrepondrá al mal y que Dios es bondadoso. Su pecado opuesto es la envidia, ya que esta tiene lugar cuando alguien desea algo ajeno y deja de tener esperanza en su propio futuro. La esperanza se simboliza por medio de una mujer con alas con las manos hacia el cielo y con la figura de Santiago el Mayor a sus pies.

Las virtudes cardinales – Mariano Salvador Maella (Palacio Real) Foto ABC.

Caridad

La tercera virtud, la caridad, se basa en la preocupación por el prójimo y en tener disposición a ayudarle. Su pecado opuesto es la ira, ya que esta busca que el prójimo sienta dolor. Su simbología se muestra por medio de una mujer con hijos y uno de ellos siendo amamantado por ella. Es posible también que la mujer sostenga un corazón en llamas y la figura que está a sus pies es San Juan Evangelista.

Fortaleza

La cuarta virtud es la fortaleza. La fortaleza significa tener la determinación de no rendirse nunca. Su pecado antónimo es la pereza, y está referido a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia de uno mismo. La simbología de la fortaleza se muestra por medio de una mujer con un palo, espada, escudo o columna.

Justicia

La justicia es la igualdad en el trato al prójimo. Su opuesto es la lujuria, que es el deseo exacerbado e incontrolable por los placeres sexuales, o sea, a un deseo sexual irrefrenable y destructivo. El símbolo de la justicia se muestra por medio de una mujer sujetando una espada y una balanza con el emperador Trajano a sus pies.

Prudencia

La prudencia es la virtud de actuar de forma justa y adecuada, haciendo una alusión especial al dinero. Su opuesto es la glotonería. La glotonería se basa en que una persona se centra solo en lo que ella misma desea sin preocuparse por la mesura. Se simboliza con la imagen de una mujer echando agua de una vasija.

Templanza

Por último está la templanza, que es la virtud de la moderación en lo que se necesita y la abstinencia de lo innecesario. El opuesto es la avaricia siendo obvio que la avaricia busca el exceso en la posesión material y en la riqueza. Su simbología se muestra con una mujer con dos cabezas y sosteniendo en una mano un espejo y una serpiente con Solón a sus pies.