El Arte Románico III

Monasterio de Santa Cruz de Ribas

La tercera y última etapa del románico, recibe diferentes nombres como Tardorrománico, Románico de Inercia, en Descomposición, Cisterciense, Protogótico o Primer Gótico.

Las nuevas tendencias nacieron en la zona de París, l’Île de France como una evolución del Románico Pleno hacia formas menos clásicas, y se extendieron con rapidez por toda Europa.

Destacan en este periodo, las construcciones Cistercienses. Las iglesias construidas por la Orden del Císter, con capillas en la cabecera de forma rectangular, se caracterizan por su grandeza, amplitud y solemnidad, y son consideradas las mejores de España en esta etapa.

Monasterio de Poblet

Caraterísticas:
• Protagonismo de la escultura monumental aparecida durante el Románico Pleno.
• La escultura se hace menos hierática, desprendiéndose del carácter simbólico y volviéndose más naturalista.
• Cambio en la proporción de los personajes escultóricos, individualización y comunicación entre ellos.
• Los motivos decorativos se hacen más recargados.
• También, sus interiores se recubrían con pinturas murales.
• Edificios con arcos y bóvedas apuntadas, o de crucería con nervios
• Inspiración directa en las obras de la Antigüedad, así como valores estéticos bizantinos.
frecuencia.

Iglesia de Santa María de Castrelos

En esta época se combinan formas románicas, y se anticipan algunas góticas, precursoras del siguiente periodo arquitectónico; por ejemplo, la evolución de las primeras construcciones, que ya habían perfeccionado el arco de medio punto del Segundo Arte Románico, que derivaron en el arco apuntado; este hecho provoca que en algunas ocasiones se pueda dudar si una obra pertenece a uno u otro estilo.